TOMATES HIDROPONICOS DE INVERNADERO (1) EL TRASPLANTE Y DESARROLLO



PARTE 1. EL TRASPLANTE Y DESARROLLO
En clima càlido solo es posible producir en invierno en invernaderos sin equipo enfriador. 


El Cultivo Hidropónico de Fresas

Las fresas son frutos del género de plantasFragaria. (Aunque técnicamente el fruto de la planta de fresa es la semilla y el resto en simplemente una especie de soporte). Son muy cultivadas alrededor del mundo debido a su delicioso gusto dulce y su maravilloso sabor.

Las fresas han sido cultivadas extensivamente de manera hidropónica durante los pasados 100 años y se notó que son una de las plantas que más se beneficia a partir de este método de cultivo.


Al contrario de lo que puede parecer, el cultivo casero de fresas hidropónicas no es prohibitibamente difícil. Es cierto que si requiere mucho más cuidado que otras plantas como el tomate y el cohombro pero sin embargo es un proyecto muy gratificante para las personas que participan en el.

Talvés el paso más difícil en el cultivo de la fresa, es su germinación a partir de semilla. Ya que en el cultivo comercial, se reproducen principalmente por propagación directa de una planta madre. Para germinar las semillas de fresa, debemos dejar que la fresa se sobremadure, prácticamente hasta el punto de fermentación. Después de esto, apretamos las fresas suavemente contra un colador y así obtenemos la semillas, que deben obviamente ser lavadas con agua hasta que no quede rastro de la parte carnosa de la fresa. Ahora, se deben secar bien las semillas y deben ser colocadas en una servilleta e introducidas en el refrigerador o un lugar con temperatura entre 1 t 5ºC durante las siguientes 5 semanas.

Una vez hecho esto, se germinan directamente sobre un sustrato fino y absorbente, ya sea arena fina mezclada con cascarilla u otras mezclas con características físicas parecidas. Después de esto, se espera a la germinación que puede tardar tanto como 4 semanas.

Una vez germinadas las semillas, se procede a transplantar las plántulas al medio hidropónico preferido. Las fresas crecen bien en tubos de PVC de 4 pulgadas de diámetro pero para instalaciones comerciales es preferible utilizar canastas, bolsas u otros sistemas que aprovechen mejor el espacio obtenido.

Las fresas se alimentan entonces con una solución de pH entre 5.8 y 6.2 y se les administra una solución hidropónica genérica de conductividad eléctrica de alrededor de 2. El mejor método para administrar esta solución a fresas es por goteo y el mejor medio para que crezcan en los tubos es quiza la perlita expandida. Siendo mi segunda elección algún sustrato con características parecidas tal como la vermiculita.

Probablemente las plantas den frutos entre 45 y 70 días después de haber germinado, dependiendo esto principalmente de la variedad de fresa que se cultivó.

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Experiencia sobre cultivo hidropónico de lechuga y cría de peces en forma integrada


Permanentemente aparecen innovaciones que buscan aprovechar mejor los recursos productivos asociando actividades. Una opción que se ha venido desarrollando en el último par de décadas es complementar el cultivo hidropónico con la cría de peces en forma intensiva en estanques, siendo el agua el punto de conexión entre estas producciones. El agua pasa en circuito cerrado de los estanques al sistema hidropónico, para volver reciclada a la cría de peces.
Los principios que fundamentan la asociación son:
1.- el agua que pasa de los peces al cultivo vegetal tiene excrementos y restos de alimentos que sirven para nutrir a las plantas. Se podría esperar que el agua saliera con un tenor de nutrientes cercano al que poseen algunas soluciones nutritivas utilizadas en hidroponia.
2.-luego, el agua que vuelve a los estanques piscícolas ha sido depurada, especialmente del amoniaco excretado por los peces. El agua vuelve a una composición química aceptable para los peces mediante una depuración biológica, dado el aprovechamiento que hacen las plantas de los nutrientes disueltos.
Este es el principio teórico que anuncia, de alguna manera, una mejor rentabilidad. Pero ¿dónde están las pruebas que avalen la integración?
Los investigadores Glauco E. P. CortezJairo A. C. de AraújoPaulo A. BellingieriAlexandre B. Dalri del Centro Universitario Moura Lacerda y de la Universidad del Estado de San Pablo, Brasil, publicaron el artículo Qualidade química da água residual da criação de peixes para cultivo de alface em hidroponia en la Revista Brasileira de Engenharia Agrícola e Ambienta de julio/agosto de 2009.
La experiencia consistió en asociar tres cultivares de lechuga en hidroponia con la cría intensiva de peces Brycon cephalus (nombre vulgar en portugués: matrinxã). Entre los estanques de peces y el sistema hidropónico se instaló un reservorio para disminuir la velocidad del agua y decantar los residuos de mayor tamaño no disueltos en el agua, por lo que no son asimilables por las plantas. Luego en otro reservorio lleno con arcilla extruída se ubicaron las bacterias nitrificantes responsables de la conversión del amoníaco excretado por los peces en nitratos, lo cual es necesario para que las plantas aprovechen el nitrógeno. Hasta aquí se llega conduciendo el agua entre roca calcárea con el objetivo de neutralizar el pH. Finalmente el agua pasa a los conductos del sistema hidropónico, retornando a los estanques de cría de peces.
Se trabajó con los cultivares “Tainá” (lechuga tipo América), “Verónica” (rizada) y “Elisa” (lisa), produciendo las plantas en bandejas de poliestileno con vermicultita y a los 21 días se efectuó el transplante.
Se evaluaron el pH, la conductividad y las características químicas del agua y el estado nutricional del cultivo. Se compararon los valores de nutrientes encontrados en el agua antes de entrar en el sistema hidropónico con los recomendados en otros estudios.
Los resultados del análisis químico de las aguas residuales indican la presencia de la mayoría de los nutrientes necesarios para el desarrollo de las plantas en las concentraciones cercanas a los valores de nutrientes encontrados en las soluciones utilizadas para el cultivo hidropónico de lechuga, salvo el potasio y el magnesio. La baja concentración de magnesio en el agua no impidió el desarrollo de la lechuga, pero las plantas mostraron síntomas visuales de deficiencia de este nutriente. No hubo diferencias entre cultivares en la productividad y el peso fresco de las plantas.
También hay coincidencia con lo que ya se ha encontrado en otros estudios: 1) que la composición de nutrientes del agua es una función de las características químicas iniciales del agua, de la especie y de la densidad de la población de peces y del tipo y cantidad de alimentos y 2) que el sistema de cría de peces es capaz de generar niveles adecuados de micronutrientes para el cultivo hidropónico de plantas.
Parecería que la cuestión viene favorable pero para seguir avanzando en el desarrollo de este sistema, los próximos estudios deberían centrarse en la forma de aplicar potasio y magnesio -sin afectar a los peces si se agregara al agua- y establecer una relación entre el número de plantas y la cantidad de peces para generar un equilibrio entre la producción de nutrientes y la producción del cultivo.