Hidroponia con... y sin sustratos

En este reportaje conocemos los principales tipos de sustratos utilizados en la agricultura hidropónica en España y los nuevos sistemas que, precisamente, prescinden de la utilización de un material cuyo objetivo es proporcionar un medio de anclaje y alimentación para nuestros cultivos.

Los cultivos hidropónicos llevan establecidos profesionalmente en España desde hace aproximadamente tres décadas. En ese tiempo, y principalmente en los últimos años, los nuevos materiales y las nuevas tecnologías se han ido abriendo paso en un sector siempre atento a los últimos avances.

Han ido cambiando las instalaciones, las variedades utilizadas... y como no, los sustratos, un elemento fundamental en la conocida como “agricultura sin suelo” y cuyas características físicas determinan el manejo que debe realizarse en lo que se refiere al riego fundamentalmente, esto es, la dosis y la frecuencia de aporte.

¿Cuál es la función de los sustratos y qué elementos debe tener un buen sustrato para los cultivos hidropónicos? Para dar respuesta a esta y otras preguntas, acudimos a Juan del Castillo, responsable de la Sección Sistemas Sostenibles del Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA).

Sus funciones
El objetivo de los sustratos en la agricultura hidropónica es proporcionar un medio de anclaje a los cultivos y un medio en donde las raíces pueden tomar los nutrientes que se aportan en el agua de riego. “Por un lado, debe ser capaz de proporcionar una buena oxigenación al sistema radicular y mantener una adecuada retención de agua fácilmente disponible para los cultivos. Por otro lado, deben ser inertes desde le punto de vista nutricional, esto es, por si mismos no deben aportar ningún tipo de nutriente. Únicamente deben retener el agua con los nutrientes que se aportan a la misma”, nos cuenta Juan del Castillo.

Los sustratos pueden utilizarse durante varios cultivos o ciclos de cultivo. Nuestro investigador nos pone un ejemplo: “Al menos entre 4 y 6 ciclos de cultivo de tomate, previa desinfección entre cultivos”.

¿Qué características tendrá un buen sustrato y lo diferenciará de otro que no lo es?
Básicamente:
- Será capaz de mantener una correcta aireación
- Será estable en el tiempo
- No se degradará con facilidad
- No se compactará
- Estará libre de patógenos

Los más utilizados
A nivel nacional, los sustratos más extendidos entre los agricultores que practican la hidroponía son la perlita, la fibra de coco y la lana de roca. Dependiendo de la zona de España, se utilizan unos más que otros. “También se utilizan en menor medida o formando parte de mezclas restos de madera, cascarilla de arroz, o arcillas expandidas”, nos cuenta Juan del Castillo que, a continuación, nos ayuda a descubrir las características de los tres primeros sustratos de los que hemos hablado.

Perlita
Se trata de un material de procedencia volcánica, compuesto principalmente de silicatos alumínicos. En su elaboración, se tritura y se somete a temperaturas iniciales de 300-400º C, para posteriormente someterlo a 1000º C. En todo el proceso, el material estalla al evaporarse repentinamente su agua de constitución, obteniéndose así un sustrato muy ligero, en forma de gránulos blancos vitrificados con gran porosidad interna.

Este material se comercializa en sacos de cultivo o a granel. El más extendido comercialmente es el conocido como B-12, compuesto de fracciones medias y gruesas, con tamaño de partículas entre 1 y 5 milímetros de diámetro. Es muy adecuado para la mayoría de los cultivos hortícolas. Otros tipos son la B-9 y B-6; perlitas más finas, para su uso en semilleros o para formar parte de mezclas.