LA SALINIDAD DE LAS SOLUCIONES NUTRITIVAS

Al consultar la influencia de los distintos abonos en el valor de la conductividad eléctrica de las soluciones nutritivas suelen encontrarse datos dispares dependiendo de la fuente consultada. Esto es debido a que dicho valor no es constante y depende de las características de la disolución en el momento de realizar las mediciones.

La conductividad es una propiedad que mide la facilidad con que los iones se mueven bajo la acción de un campo eléctrico. Debido a que algunos iones poseen carga múltiple, la cantidad de corriente que pueden transportar, para un tamaño iónico dado, es mayor. Así que, desde este punto de vista, el valor de la conductividad depende, por un lado del número de iones presentes, y por otro lado del número de cargas totales que tengan esos iones. La conductividad molar hace referencia a la conductividad aportada por un mol de un ion o molécula específica y la conductividad equivalente, como su propio nombre indica, es la conductividad aportada por un equivalente de dicha sustancia. Para iones con una sola carga el valor de las conductividades molares y equivalentes es el mismo y para los iones bivalentes la conductividad molar es el doble de la conductividad equivalente. La conductividad iónica equivalente a dilución infinita es un valor constante para cada ion y se determina matemáticamente a partir de principios y leyes que regulan los electrolitos.

Tabla nº 1
La tabla nº 1 muestra este valor para los iones que normalmente entran a formar parte de las soluciones nutritivas. Debido a la interacción entre los iones, la conductividad no es directamente proporcional a la concentración iónica.La conductividad equivalente de una sustancia disminuye a medida que aumenta la concentración. Por ejemplo, para el cloruro sódico, la conductividad equivalente a dilución infinita es de 0,1264 dS/m (0,0763+0,0501), pero para una concentración de 1 meq/L es de 0,1237 dS/m y para una concentración de 100 meq/L es de 0,1067 dS/m. Esto quiere decir que al multiplicar por 100 la concentración de cloruro sódico la conductividad no es 100 veces mayor (12,37 dS/m), sino solo de 10,67 dS/m (100x0,1067). Los valores de la conductividad específica a distintas concentraciones solo pueden ser obtenidos por medición directa en laboratorio y esta es la razón por la que pueden ser encontrados valores distintos según sea la fuente consultada.

Gráfica nº 1
Cuando en las disoluciones hay mezclas de iones provenientes de distintas sales las interacciones entre ellos son mucho mas complejas. En estos casos el uso de coeficientes empíricos para el cálculo de la conductividad de las soluciones nutritivas, aunque necesarios e imprescindibles, requieren de una cuidadosa elección respecto de la fiabilidad de la fuente. Como ejemplo se muestra en la gráfica nº 1 la relación entre la conductividad calculada, aplicando los valores de la conductividad equivalente mostrados en la tabla nº 1, y la conductividad medida en laboratorio para 11 aguas de riego de Almería.


Gráfica nº 2
Las referencias bibliográficas suelen presentar los datos de conductividad de los abonos en función de su concentración expresada en gramos por litro. La gráfica nº 2 muestra, en el eje de la izquierda, el valor medio de distintos datos encontrados en fuentes especializadas. Se
ha añadido, en el eje de la derecha, los valores de conductividad expresados en cantidad de sustancia (10 meq/L). Puede apreciarse que las diferencias de conductividad aportada por los distintos abonos no son tan distintas como aparentan ser cuando este valor se expresa en términos de conductividad equivalente. Un ejemplo típico es el cloruro sódico. De las sales mostradas es la de mayor aportación salina si se expresa la concentración en g/L, pero resulta ser menos salina que el nitrato potásico o el nitrato cálcico, entre otros, si su concentración se expresa en meq/L.


Tabla nº 2
Finalmente en la tabla nº 2 se muestra un resumen de los iones que componen los abonos de uso común con alguna de sus características y sus valores de conductividad molar y equivalente. El valor de la conductividad molar permite el cálculo de la conductividad de las soluciones nutritivas si se expresan las concentraciones en mmol/L. Siempre es aconsejable, para determinar la conductividad de la solución nutritiva en gotero, calcular la conductividad aportada por los fertilizantes y, a este valor, sumarle la conductividad medida del agua de riego. No debe de calcularse la conductividad del agua de riego. Como el agua de riego es tangible lo mejor es medir su conductividad.

Cuando en las soluciones nutritivas entrar a formar parte más de dos abonos pueden utilizarse coeficientes que simplifiquen el proceso del cálculo de la conductividad. Para ello existen distintos métodos. Particularmente es muy recomendable, por su sencillez y relativa exactitud, calcular la conductividad aportada por los fertilizantes sumando los meq/L de los cationes aportados, sin contabilizar los protones aportados por los ácidos, y dividir este valor entre 9. Al valor de la conductividad obtenido, que estará expresado en dS/m, se le suma la conductividad que se haya medido del agua de riego y se tendrá la conductividad total y final de la solución nutritiva en gotero.

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