Al incrementar el uso de fertilizantes, agroquímicos, mano de obra, etc., 
para subir la producción con toda seguridad usted se percatará que no se 
obtienen los mismos resultados con cada unidad adicional que se suba en el uso 
de determinado insumo, esto es motivado a la ley de los rendimientos 
decrecientes, este documento busca dar ejemplos de cómo actúa esta ley en la 
agricultura.
Ley de rendimientos decrecientes en tomate
Si se siembra 5 Has de tomate, por ejemplo puedo esperar tener un rendimiento 
de 80 ton/Ha, para un total de 400 toneladas, si se vende la cosecha a buen 
precio y se obtiene una buena cosecha, se puede tomar la decisión de sembrar 8 
Has de tomate y sería lógico esperar 640 toneladas de tomate al multiplicar 8 
Has por 80 ton/Ha, sin embargo la sorpresa es que no se obtienen 640 Toneladas 
esperadas sino más bien se obtienen 560 toneladas, es decir que la productividad 
baja de 80 ton/Ha a 70 Ton/Ha, motivado a la ley de rendimientos 
decrecientes.
Como todavía estamos ganando dinero se decide sembrar 10 Has y se esperaría 
800 toneladas de tomate o como mínimo 700 toneladas de tomate, pero la decepción 
es que se obtiene 650 toneladas, es decir que la productividad baja de 70 ton/Ha 
a 65 ton/Ha por la expresión de la ley de rendimientos decrecientes y es 
probable que si se siembra 15 Has de tomate prácticamente se puede obtener 600 
toneladas de tomate, menos que lo que se cosecharía con las 10 Has, motivado a 
que la productividad baja a 40 toneladas por Ha por la ley de rendimientos 
decrecientes.
En nuestro programa de asistencia técnica hemos visto actuar la ley de 
rendimientos decrecientes, no sólo con tomate, también lo hemos visto con maíz, 
e incluso con siembras en invernaderos, la pregunta en este caso es ¿por qué 
pasa esto?
Manifestación de la ley de rendimientos decrecientes
La Ley de los rendimientos decrecientes se manifiesta de la siguiente manera: 
cuidar una pequeña superficie de cultivo permite una atención más minuciosa y 
poder corregir los problemas más rápido y eficiente, una pequeña superficie de 
cultivo puede ser revisada por el propio dueño de la siembra.
Cuando se tiene una mayor superficie se requiere que personal contratado 
atienda la siembra, este personal contratado no está necesariamente está tan 
comprometido con el resultado del cultivo que el propietario de la misma, por lo 
que el cultivo no tendrá la mejor expresión.
También se manifiesta que el tractor que trabaja 5 hectáreas, no 
necesariamente tiene la capacidad para trabajar 15 has con efectividad.
Como una metáfora al momento de corregir problemas podemos citar que hacer un 
giro para esquivar un iceberg se hace mucho más fácil con una lancha que con el 
Titanic.
Para incrementar la superficie sembrada y mantener la productividad hay que 
trabajar en aspectos organizativos, cualquiera puede atender un negocio 
callejero que venda perros y hamburguesas, muy pocos pueden organizar una 
empresa multinacional para vender hamburguesas por franquicias a nivel 
mundial.
La ley de rendimientos decrecientes en el caso anterior actúa de la siguiente 
manera: Hay que organizar proveedores, gerentes de tiendas, vigilancia, 
logística, sistemas informáticos y otras cosas que ni sueña tener el pequeño 
vendedor de hamburguesas.
Estamos seguros que el pequeño vendedor de hamburguesas gana más dinero por 
hamburguesa vendida que esa gran multinacional que se enfrenta a costos más 
altos por la ley de rendimientos decrecientes. Sin embargo si sumamos esa 
pequeña ganancia por millones de hamburguesas el resultado es que la 
multinacional gana miles de millones de dólares al año. Esta misma situación 
ocurre con la agricultura, no siempre sembrar más superficie significa obtener 
mayor productividad aunque se obtenga mayor cantidad de producto cosechado.
La ley de los rendimientos decrecientes y los fertilizantes
Tal vez el uso de fertilizantes es uno de los aspectos donde mejor se ha 
estudiado la Ley de Rendimientos Decrecientes, y su expresión es más o menos 
como sigue:
Deficiencia de potasio en tomate 
Un cultivo de tomate en un invernadero se encuentra deficitario de potasio y 
el agricultor decide subir el nivel del potasio de 2 Kg/día a 4 Kg/día, 
inmediatamente observa que aumenta el calibre de los frutos y desaparecen las 
manchas en las hojas bajeras, incentivado por ese éxito sube un poco más el 
consumo de potasio y lo ubica en 8 Kg/día, en esa condición la producción sube 
un poco menos y el fruto es sólo ligeramente más grande, pensando en presionar 
la productividad presiona más el uso del potasio y lo sube a 10 Kg/día y empieza 
a manifestarse frutos más pequeños, se empieza a ver podredumbre apical por 
falta de calcio, las hojas se arrugan, es decir entra en una condición de 
perdida de dinero por incrementar más de lo necesario el aporte de potasio 
pensando que con eso podría subir la producción.
En el ejemplo anterior la ley de rendimientos decrecientes se manifiesta al 
principio con grandes respuestas por el uso del potasio, que luego al estar 
satisfechas las necesidades de la planta, el rendimiento deja de subir en 
proporción, finalmente el exceso de potasio hace que aumente la conductividad 
eléctrica y los frutos son sorprendentemente pasan a ser más pequeños que un 
fruto con menos potasio, al subir más el potasio, el exceso de potasio empieza a 
bloquear al calcio y empiezan a perderse frutos por falta de calcio a pesar de 
fertilizar con las cantidades adecuadas de calcio.
Deficiencia de calcio en fruto baja rendimientos puede producirse por un 
exceso de potasio
Esta situación se presenta con más frecuencia en los invernaderos de lo que 
ustedes se imaginan, en nuestro programa de asistencia técnica hemos tenido que 
lidiar con varios problemas de esta naturaleza y hemos conseguido después de 
múltiples sesiones con los agricultores que bajen la cantidad de potasio a 
utilizar, cuando hacen esto ven incrementados sus rendimientos y quedan 
satisfechos con el servicio de asistencia técnica.
Es de entender la posición del agricultor que posee información parcial y 
cree que con mas potasio se obtiene más rendimiento, en el caso descrito 
anteriormente es un ejemplo más que mas masa no significa más mazamorra. El 
proceso de asistencia técnica busca no imponer las respuestas, pero si ir 
negociándolas con el agricultor.
Como beneficiarse de la ley de rendimientos decrecientes
La ley de rendimientos decrecientes indica que cuando un insumo se usa en 
poca cantidad se puede obtener incrementos importantes de productividad al subir 
el uso del insumo, pero que si seguimos subiendo el uso del insumo cada vez el 
incremento del rendimiento será menor, llegando en ocasiones a bajar la 
producción.
El negocio está en detectar esos insumos que se están usando en poca cantidad 
y que empezar a utilizarlos genera una importante respuesta en incrementos en la 
producción. Generalmente este insumo coincide con el factor limitante descrito 
en la ley del mínimo de Leibig, para saber cómo detectarlo recomendamos leer el 
artículo sobre la Ley del Mínimo.
Corregir el problema del factor limitante es el que produce la mejor 
respuesta en el cultivo, pero una vez corregido ese problema debemos pasar a 
detectar cual es el nuevo factor limitante para trabajar en él y no quedarnos 
estancados en esa victoria que da haber corregido un factor limitante, siempre 
hay más factores limitantes para corregir.
Conocemos el caso de un agricultor adscrito a nuestro programa de asistencia 
técnica que se impresionó por la gran respuesta de su cultivo ante el abonado 
foliar con zinc y hierro detectado como deficientes en los análisis foliares, 
cuando él estaba acostumbrado a aplicar sólo nitrógeno, fósforo y potasio.
Nuestro equipo técnico se enfrenta ahora al dilema de detectar otro factor 
limitante que corregir para dar una respuesta similar al agricultor y que siga 
satisfecho con nuestro servicio de asistencia técnica y con el dinero que nos 
cancela. En todo caso la respuesta del próximo factor será menor que el obtenido 
al resolver el problema del zinc y hierro, dado que a nosotros también se nos 
aplica la ley de rendimientos decrecientes.
Otro aspecto es que la ley de rendimientos decrecientes nos dice que siempre 
hay un óptimo para el uso de cada insumo, esto está ampliamente marcado en la 
memoria de los agricultores cuando pregunta cuanto se debe usar de determinado 
insecticida, fertilizante o cual debe ser la densidad de siembra óptima.
Para unas condiciones dadas, en una finca dada y bajo un manejo específico 
puede que exista un nivel óptimo del insumo, pero al variar alguna condición ese 
óptimo varía y puede ser que se deba usar más o menos cantidad de un insumo, 
esto hace que siempre se requiera un asesor técnico que revise la producción, si 
usted utiliza siempre la misma receta con seguridad se le presentarán fracasos 
importantes, en unos casos usará más abono del necesario y en otros dejará de 
aplicar un insumo que era imprescindible y a pesar de haber hecho todo bien 
perdió su cosecha o no obtuvo los resultados deseados.
No hacer raleo de frutos de tomate puede permitirnos usar más potasio que 
mantener racimos de seis, cuatro o dos frutos, de hecho al dejar menos frutos 
debemos bajar la cantidad de potasio como ocurre después de hacer la poda de los 
ápices de la planta al final del cultivo, técnica conocida por los agricultores 
como despunte.
Los agricultores acostumbran copiar lo que hacen otros agricultores exitosos 
y en muchos casos fracasan o no obtienen los resultados que logra el agricultor 
exitoso, eso es porque hay un factor limitante no detectado, que es el que haría 
la máxima expresión del uso de ese insumo o corrección del problema, sin caer en 
la ley de rendimientos decrecientes. Por tal motivo busquen una buena asesoría y 
no estén copiando cosas que hacen otros agricultores, puede que su problema sea 
diferente de el de ellos.