Subiendo la conductividad (1 de 2)

El objetivo al manejar un cultivo es mantener las plantas vigorosas –o sea, fuertes y creciendo– ygenerativas –o sea, con ganas de cuajar y engordar fruto–. En Almería, subir o bajar la conductividad eléctrica del riego es una estrategia habitual para lograrlo o, al menos intentarlo. La conductividad eléctrica de una solución indica su concentración salina. El agua pura apenas trasmite la corriente eléctrica, pero cuando tiene iones –comúnmente llamados sales– disuletos, sí es capaz de conducir la electricidad. Cuantas más sales tenga un agua en solución mejor conducirá la electricidad y mayor será su conductividad eléctrica. Por eso utilizamos la conductividad eléctrica para medir la cantidad de abono (los abonos no son otra cosa que sales) que aplicamos en fertirrigación. Generalmente en Almería se aporta alrededor de 1 gramo de abono por litro, lo que equivale a subir la conductividad eléctrica del abonado 1,5 dS/m por encima de la del agua de riego.


Ahora bien… ¿cómo afecta la concentración salina del agua del suelo a las raíces de las plantas? Las células de las plantas (en realidad las de todos los seres vivos) son básicamente agua encerrada por la membrana celular. Esta membrana celular deja pasar el agua, pero regula el paso de los iones en solución (es lo que se llama unamembrana semipermable) Pues bien, como todo en la naturaleza tiende al equilibrio, cuando dos disoluciones con distinta concentración salina están separadas por una membrana semipermeable el agua pasa de la zona con menor concentración salina a la de mayor concentración (para tratar de equilibrar la concentración salina de ambas), generando una presión sobre la membrana que se llama presión osmótica. Como lo normal es que la concentración de sales del agua del suelo sea mayor que la de la raíz, las células vegetales deben vencer a la presión osmótica, tanto para tomar agua del suelo como para no deshidratarse y morir. La capacidad de resistir a unaconcentración salina alta en el suelo es distinta para cada especie vegetal. Hay plantas sensibles (judía,…), intermedias (pepino, pimiento…) y resistentes (tomate, calabacín, melón, sandía,…)


En definitiva, para tomar agua del suelo la planta debe gastar energía para vencer la fuerza con la que las partículas del suelo retienen al agua (el potencial matricial que miden los tensiómetros) y la presión osmótica debida a la concentración salina (el llamado potencial osmótico) Al regar más o menos variamos el potencial matricial y al subir o bajar la conductividad eléctrica de la solución de riego influimos en el potencial osmótico. Por eso cuando queremos estresar una planta –para provocar floración y cuajado o adelantar la maduración de los frutos– regamos poco y/o subimos la conductividad en la máquina de riego.

Pero normalmente no cambiamos el abonado y si no lo hacemos… ¿de verdad estaremos estresando a la planta cuando subimos mucho la conductividad en la máquina de riego? Según mi experiencia, puede tener algún efecto en plantas relativamente sensibles a la salinidad, pero con especies tolerantes se consigue muy poco. 

A fin de cuentas la mayoría de los iones que aportamos al abonar son nitratos y potasio y, al subir a conductividad, estamos subiendo la concentración de nitratos y potasio del abonado, lo que equivale a “sobrealimentar” a la planta, además de incrementar el gasto en abono.

Pero este tema es importante y se merece otro post, así que lo dejo para más tarde.

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